lunes, 30 de abril de 2007

Vengan y lo verán...


Estando allí Juan con dos discípulos y, fijando la vista en Jesús que pasaba, dijo:

—Ese es el Cordero de Dios.

Al oír estas palabras, los dos discípulos se fueron detrás de Jesús. Jesús se volvió y, al ver que le seguían, les preguntó:

—¿Qué buscan?

Le contestaron:

—Señor, ¿dónde vives?

Les dijo:

—Vengan y lo verán.

Lo acompañaron, vieron donde vivía y se quedaron aquel día con él; serían las cuatro de la tarde. (Jn 1, 35-39).